En el grupo de reinserción social comente un artículo sobre la Comunidad Terapéutica como espejismo y les planteé el desafío de sostener la estructura y las normas de convivencia en el afuera con la presión social invadiendo sus individualidades. Allí trabajamos sobre lo complejo que se hace trasladar el concepto de vida que se genera en la estructura de la CT en lo cotidiano, lo familiar, lo barrial, lo laboral, lo académico, lo cultural.
Y aparecieron interesantes reflexiones sobre cómo usar las herramientas que uno incorpora en la casa. Entonces les pregunte que me nombraran tres herramientas fundamentales que incorporaron y que deberían sostener en la sociedad. Me dijeron tres, honestidad, responsabilidad, limites.
Entonces nos pusimos a debatir y conceptualizar cada herramienta planteada.
Honestidad
Deseo de ser honesto
Este concepto tiene que ver con el estilo de vida que el adicto lleva en la calle basado en la mentita permanente y recurrente acerca de sus conductas y acciones. En la CT la honestidad se incorpora desde el primer momento ya en la etapa de admisión, donde a través del confronto y el pedido de ayuda el sujeto se da cuenta que para construir un proyecto de vida sostenido en el tiempo tiene que ser honesto consigo mismo y su entorno. Esta herramienta nace y se desarrolla en pequeñas situaciones hasta las más complejas, se tiene que poner en práctica en lo cotidiano de la estructura, en laborterapia, en los grupos y la terapia individual. El deseo de ser honesto es un mecanismo que se incorpora para toda la vida.
Limites
Aceptar limites – Ponerme limites
Los límites tienen que ver con dos aspectos, uno es la incapacidad que tiene el sujeto de tomar decisiones por su cuenta y la otra aceptar el límite que educa, que pone el orden, que apunta a la estabilidad. En la CT aceptar limites es el primer paso para luego ponerme limites, el limite está relacionado con las intervenciones a tiempo en función a las transgresiones en el habla, en lo gestual, en el comportamiento cotidiano, en situaciones familiares ,en las salidas terapéuticas, en el trato con el otro. Aceptar límites es el síntoma que muestra que el sujeto está dispuesto a cambiar su estilo de vida desordenado por un orden saludable. Las intervenciones pueden ser individuales o grupales y con cierto rigor, pues el sujeto tiene que comprender que la intervención y puesta de límites es la manera responsable de ayudarlo.
El ponerse limites está relacionado con situaciones que aparecen en la reinserción social donde el sujeto tiene que decidir sobre lugares negativos, relaciones toxicas, aceptar restricciones económicas y laborales. El saber ponerse límites está relacionado directamente con el autocontrol.
Responsabilidad
Ser responsable
Una de las características de los adictos es la imposibilidad de terminar con lo que se proyectan y los fracasos que se acumulan a lo largo de tantos años de actitudes irresponsables en el plano familiar, laboral, académico y social. La responsabilidad en la CT tiene que ver con aspectos básicos como llegar a horario, respetar las normas de convivencia, desarrollar con integridad las labores en las diversas aéreas terapéuticas, ser solidario con el entorno humano y natural. Estas conductas se incorporan o reincorporan a medida que el sujeto va evolucionando en el tratamiento hasta quedar instaladas en la manera de funcionar. Ser responsable implica hacerse cargo de las obligaciones y deberes que forman la vida cotidiana con sus dificultades y complejidades.
A manera de conclusión…
Si en la instancia de reinserción social el sujeto tiene resuelto e incorporado estos tres conceptos o herramientas es probable que en su crecimiento posterior y la toma de decisiones con respecto a lo habitacional, lo laboral, lo académico y lo recreativo (que son los cuatro aspectos esenciales para desarrollar en esta etapa) pueda evolucionar y crecer en una vida saludable y armoniosa.
Osvaldo S. Marrochi
Presidente Fundación Esperanza de Vida
Vicepresidente de AEA