La formación en el trabajo con sujetos adictos a drogas es fundamental. Comienza en la intimidad. Alli donde pueden suceder algunos acontecimientos diversos. Haber superado la adicción. Haber sido un vínculo intimo con el sujeto adicto. Por inquietudes espirituales. Por vocación profesional. Desde lo académico. Desde lo político. Desde un voluntariado solidario. Se llega a esta problemática desde lugares múltiples.
 

Lo interesante es indagar en la historia y el desarrollo en el abordaje de esta problemática compleja. Pues en el mundo y en nuestro país hay un camino recorrido que hay que reconocer para que el trabajo tenga cierta coherencia y responsabilidad.
 
Si bien con el tiempo se han ampliado las posibilidades de abordaje, así como los dispositivos, hay un eje que representa la intimidad desgarrada del sujeto, su contexto vincular y el ámbito social de pertenencia.
 
En la formación, en primera instancia, hay que tener una diferencia clara entre:
 
• Saber
• Saber ser
• Saber hacer
 
En el proceso formativo se construye una “personalidad terapéutica”. Es muy distinto el “saber” que el “saber hacer” frente a la dificultades peculiares y profundas que nos demandan los sujetos adictos.
 
El “saber ser” representa el lugar de equilibrio que deberíamos tener frente a la dramaticidad, la prisa, la delegación de poder al terapeuta y la falta de acuerdo que encuadran la tarea cotidiana.
 
Cuando los intereses, las obsesiones y las alianzas se imponen en el abordaje, el resultado siempre será nefasto. Principalmente para el sujeto asistido, quien abortara su proyecto de vida, sintiendo nuevamente la desconfianza que lo llevo hasta el abismo. Ahora por parte de “supuestos terapeutas”.
 
La otra cuestión básica es el trabajo en equipo. La red de contención clave para ejercer una terapéutica armoniosa, responsable. Cerca de diagnósticos precisos. El equipo marca el rumbo. Siempre la mirada de los miembros del equipo interdisciplinario es superadora.
 
A manera de conclusión. Ya sea que estés trabajando en esta problemática o te halles pensando en iniciarte, toma en cuenta lo relatado en este texto.
 
Osvaldo S. Marrochi
Presidente Fundación Esperanza de Vida – Vicepresidente AEA

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